Ana B., después de varios días casi inmóvil y mutista, dice: “mi padre nos llevaba todos los domingos al Prado. Ahora ya no es lo mismo, desde que lo han hecho parque natural y está lleno de jabalíes, de ciervos y de antílopes. Cuando íbamos de niños, los cinco, cazábamos gatos con un cazamariposas. Había un restaurante que daba gato por liebre, pero a mi padre no le importaba y se comía lo que le daban pringando la salsa. Yo siempre he tenido muchos animales. Una urraca que regalé a mi cuñada Marta cuando me vine a León, se te ponía en la cabeza y decía “urraca fea, urraca fea”.…
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Todo el mundo está en su mundo
María Isabel Cuena[1] 30 de septiembre de 2022 “Y el idioma, ¡qué confusión! qué cosas nos decimos sin saber lo que nos decimos”. Juan Ramón Jiménez, Espacio. Con sinceridad: no sé bien qué escribo. Si lo hago por encargo o por curiosidad. En ocasiones contadas, entiendo lo que dicen las palabras cuando salen; otras muchas van uno (o varios) pasos por delante de mí: como enseñan tantos, el habla hace el mundo. Cada uno habla, pero a veces le hablan (las palabras, digo). Y hablar… ¡son tantas cosas! Hablar es quejarse y pensar; hablar es darse a conocer; hablar es, también, observar nuevos procesos en el mundo – o inventarlos.…
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Las rosas del silencio (Huyendo de las redes sociales)
David Pujante[1] “La sabiduría y el silencio, simboliçado en la rosa, le buelven a rehazer hombre.” (Gracián) “Qué descansada vida la del que huye” (Luís de León) “entre las voces una” (Antonio Machado) I Son demasiados nombres — pienso, mientras me envuelvo con las sábanas — ya no sé distinguir las voces de los ecos en este gran barullo que es el mundo que habito en la distancia. Todos quieren su espacio, la atención absoluta de los otros. Ya nadie se conforma con el anonimato en el globalizado circuito de influencers y de stars. II Doy una vuelta en la cama y pienso, en el silencio…
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Quien canta su mal espanta
Antonio Gamoneda[1] El autor de este libro, que, no está entre los cincuenta porque para eso es el autor, claro, me envió puntualmente el libro por correo, pero las inesperadas fiestas leonesas, inesperada para mi hasta esta mañana, y el libro se retrasó, y apenas he podido ojearlo, pero esto no me acobarda mucho, serán otras carencias las que deben acobardarme, porque sí conozco a Fernando Aduriz como escritor, que podría estar aquí si el autor de este libro fuera otro, y también por su profesión, diríamos más científica, de psicoanalista. Claro, ustedes se dan cuenta de que reunidas en la misma actividad y persona, las funciones de psicoanalista y…
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Acerca de la “Vida de la Escuela”
José Rubio[1] Celebro la determinación del Directorio y del Consejo de mantener los espacios de conversación, y agradezco la invitación a participar como ponente en este -digamos- reinicio del curso después de las vacaciones. Si no me equivoco esta será la tercera reunión después de Barcelona y Madrid de la serie que iniciamos en relación a la indicación de J.A. Miller en la Secuencia de Presidentes de las Escuelas de la AMP. El tema, como todos sabemos, fue sobre la presencia y participación de los jóvenes en cada Escuela, una por una. En nuestra E.L.P. se puso de manifiesto la ausencia significativa de los mismos. Y está en juego la…
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¿Por qué se escribe? [1]
Como todo lo que merece la pena leer -y escribir-, el libro que nos convoca hoy -¿Por qué se escribe?– de Fernando Martín Aduriz, parte de una pregunta y nos deja, al término de su lectura, frente a una multitud de nuevas preguntas que se despliegan ante nosotros tejiendo una red de sentidos fugaces, móviles, refractarios a cualquier intento de fijeza o, dicho de otro modo, no esclerotizados, muertos, por nuestro afán constante de convertir nuestra experiencia, el deseo que nos mueve, en un museo de cera, sin alma, y sentirnos a salvo de eso que no podemos comprender, pero que nos constituye: la vida misma, el hecho mismo…