Si hablar pudiera
decir todo lo que guarda
sería mi boca un metro,
enfebrecida glotis:
labio a labio,
espera un poco más.
Resultó que el puño
del que hablar quiere
decir sólo este poco
no amansa:
que aunque ingenio y arte extreme
no diré lo que nadie.
Pero déjame seguir
dejar fama sobre fama
que hasta el río del hablar
amontono paso a paso.
El que amontona sobre lo que existe, éste evitará hambre ardiente (Hesíodo).
[1] María Isabel Cuena es Poeta, Doctoranda de Filología en la Universidad de Barcelona, y Estudiante del Grado de Estudios Literarios por la Universidad de Barcelona.