Juan Conde[1]
Para este artículo me gustaría hacer la reseña de un libro que encontré en una de las librerías de Madrid hace pocas semanas.
Me llamó poderosamente la atención la portada por su foto tan enigmática, eso sí, tengo que reconocer que el nombre del autor me sonaba. Efectivamente Alfredo Eidelsztein es psicólogo y Doctor por la Universidad de Buenos Aires y yo ya tenía en mente adquirir otro de sus libros acerca del grafo del deseo, pero en esta ocasión tocaba adentrarse en el complejo mundo de la topología.
La topología es un tipo de geometría no euclidiana, esto viene a significar que no se centra en medir las cantidades, sino que estudia las cualidades de los objetos. Huelga decir que sólo una mente como la de Lacan podría mezclar dos campos tan profundos como la topología y el inconsciente y darle significado para comprender la posición del sujeto.
En el capítulo II el autor comenta uno de los modelos por antonomasia de Lacan el llamado <<ramillete invertido>> que se trata de un ramo de flores con su correspondiente florero escondido en una caja y colocado ante un espejo esférico. El truco está en que si el observador se va desplazando, la ilusión se rompe y el ramillete, que es en realidad una imagen real, desaparece dejando sólo el florero.
En el capítulo VIII el autor de esta cuarta edición de la editorial Letra Viva nos habla sobre el toro y el deseo. El toro podría pensarse como una esfera, pero con asas, es decir, lo que lo define tiene que ver con su agujero. Algunos objetos cotidianos tienen forma de toro por ejemplo un dónut o una cámara de neumático.
Lacan realmente consiguió con su trabajo esclarecer las diferencias que ya venían desde Freud acerca de las necesidades, las pulsiones, y el deseo.
Casi al final del libro el autor comenta uno de los temas más interesantes desde mi punto de vista: la botella de Klein. Esta se define por ser una superficie no orientable abierta, es decir, no tiene ni exterior ni interior y a diferencia de la banda de Moebius la botella de Klein no tiene borde. Junto con el concepto de Cross-Cap sirven como base para que Lacan construya la lógica del significante.
Tengo que confesar que agradezco al autor esta obra tan exhaustiva y espero que me perdone si no entendí algún concepto de forma correcta, pero me encanta la idea de estudiar y releer estos pasajes laberínticos. Animo a todos a adquirir una copia y zambullirse con mucha paciencia en este sistema intrincado donde entender a Lacan siempre va a suponer un reto. Pero me queda claro que la topología no es una herramienta externa, la topología es algo que no se puede amputar del pensamiento de Lacan.
[1] Juan Conde es Psicólogo. Máster en Psicología Sanitaria. Participante en el SCF de Castilla y León. Socio de la Sede de Palencia de la ELP.