Análisis 35,  Fabiana Lifchitz

Beckett con Zizek. Esperando a Godot en tiempos de pandemia


Fabiana Lifchitz[1]

Beckett con Zizek. Extraña asociación, como extraño, ha sido y es, este impacto de la Covid 19. Acontecimiento en lo imaginario del cuerpo y en lo simbólico del lenguaje que alteró, para muchos, el marco de la ventana desde la que se veía el mundo o la sincronizó en algunos otros.

Una ingente producción de explicaciones comenzó a sucederse para dar cuenta de este nuevo real que atraviesa esta época, buscando un sentido posible a algo que tal vez sea imposible de aprehender…Mientras tanto, situándome desde un cierto litoral, en un raro lugar del sin sentido, me dejaré guiar por la invención de un escenario hipotético, a modo de ventanas en la pantalla digital, en una nueva época de días y semanas que han pasado a ser zoomanas de encuentros globalizados en los webinars.

1º Mosaico.

Estragón: (…)No hay nada que hacer.

Así inicia Samuel Becket su obra de teatro, Esperando a Godot, involucrando al espectador/lector en un conflicto quw ya ha estallado, forzándolo a entender las consecuencias de una situación que no conoce.

El estallido, la sacudida del la pandemia por el Covid -19  resuena en algo con esta perplejidad, envolviéndonos en una extrañeza, elidiendo ese instante de ver del que hablaba J. Lacan en el sofisma de los tres prisioneros.

Un real sin ley devino como nombre a esto nuevo. A esta realidad irreal. No era «ficción», aunque a posteriori, en el decir de cada quien, se intentara cifrar de este modo. Un tiempo detenido, un tiempo en pausa. Y el avance de algo  imparable.

El tiempo detenido y a la vez imparable también se transmite en esta otra ficción, la de Esperando a Godot. Dos protagonistas principales, Vladimir y Estragón, esperan a Godot. Absurdamente. Esperan a alguien que no conocen, ni saben qué representa. ¿Acaso el sin sentido mismo?

Mosaico 2: «No hagamos nada. Es lo más prudente».

Vladimir: (…) Y ahora, ¿qué hacemos?

Estragón: Esperamos

Vladimir: Si, ¿pero mientras esperamos?

Estragón: ¿Y si nos ahorcáramos?

Vladimir: Sería un buen medio para que se nos pusiera tiesa.

Estragón: (…) ¿Lo hacemos?

Vladimir:  (…)

Estragón: Ahorquémonos ahora mismo.

Vladimir: ¿De una rama? (Se acercan al árbol y lo observan). No me fío.

Estragón: Siempre podemos intentarlo

Vladimir: Inténtalo

Estragón: Después de ti

Vladimir:: No, tu primero

Estragón: (…)

Vladimir: Entonces que hacemos?

Estragón: No hagamos nada. Es lo más prudente.

Vladimir: Esperemos a ver qué nos dice

Estragón: ¿Quién?

Vladimir: Godot

Mosaico 3: Mientras esperamos 

Estragón:¿Qué hacemos ahora?

Vladimir: Mientras esperamos

Estragón: Mientras esperamos

Vladimir ¿Y si hiciéramos nuestros ejercicios?

Estragón : Nuestros movimientos

Vladimir: De flexibilidad

Estragón: De relajación

Vladimir. De rotación

Estragón: De relajación

Vladimir.  Para calentarnos

Estragón: Para tranquilizarnos

Mosaico 4: «Cálmate y entra en pánico» (Slavoj Zizek).  Acerca del extraño incidente del papel higiénico en la Yugoslavia comunista:

A propósito de la lógica del pánico, S. Zizek recuerda que en su juventud «circuló un rumor de que no había suficiente papel higiénico en las tiendas. Las autoridades lo desmintieron. Pero, alguien pensó:  ¿qué pasa si algunas personas se toman este rumor en serio y, en un momento de pánico, empiezan a comprar reservas excesivas de papel higiénico, causando de esta manera una falta real de papel higiénico? Así que mejor voy a comprar más reservas. Con lo cual, ni siquiera es necesario creer que algunos otros se toman en serio el rumor -basta con presuponer que algunos otros creen que hay gente que se toma el rumor en serio»

Mosaico 5: Hilflosigkeit. Desamparo. La intemperie del sujeto en confinamiento 

Slavoj Zizek se pregunta, cómo vivir una situación de pandemia cuando todos estamos en el mismo barco y cada cual con su soledad (añado).

En Esperando a Godot, el estilo de la melancolía post-guerra se plasma en la indefensión y desamparo a la espera de aquello necesario para sobrevivir que Godot aportaría  «hoy no, pero mañana si».  El presente es la desprotección y la expectativa se presenta como espera pasiva de lo que ha de llegar pero no llega y así cíclicamente.

De esta  pandemia no podemos hablar de una post pandemia sin hacer algo de «futurología». El Godot que ha ido apareciendo no era tan prometedor como el de Beckett, que por cierto, nunca apareció. Quizás, pensando en S. Zizek, una de sus presentaciones pudo haber sido y es la de «Vigilar y castigar, sí, por favor». Nuevo modo de vigilar y castigar el goce del otro. Pero también el propio. Vigilar y castigar el contacto con el otro de una determinada manera, para evitar el contagio, bajo el imperativo del no me toques, no te toco, no te acerques, no me acerco, sólo mírame tras la mascarilla o la pantalla, sólo te miro tras la mascarilla o la pantalla, no hables alto, no hablo alto, no cantes, no canto, no grites, no grito, calla, callo, y duerme, y duermo…como en los trenes de  la Corea más representativa de la sociedad del cansancio, como dice Byung-Chul Han, o los trenes del silencio de Cataluña.

Mosaico 6. El sin sentido. Lo absurdo.

Pozzo (en Godot): (…) No hablemos mal de nuestra época, no es peor que las pasadas (…) Pero tampoco hablemos bien (…). No hablemos (…). Es verdad que la población ha aumentado.

Mosaico 7 . Masca-rilla. Masca-risa. Máscara. 

Si lo absurdo de Godot resuena, no es para hacernos divertir únicamente, sino, como decía Fellini, “para abrir desgarradoramente nuestras cicatrices más dolorosas, para que las sintamos con más fuerza. Nada es más triste que la risa…”.

Bibliografía

Beckett, S.: Esperando a Godot. Tusquets Editores, 2015

Blanchar, C. : “Viajeros hartos en los vagones del silencio”. Periódico El País. 2020

Fellini, F.: Fellini por Fellini, Fundamentos, Madrid, 1998.

Han, B. : La sociedad del cansancio. Documental. Septiembre 2020.

Lacan, J. : “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada”.

Zizek, S.: Pandemia. La Covid -19 estremece al mundo. Ed. Nuevos Cuadernos Anagrama, 2020.


[1] Fabiana Lifchitz Shilman es Psicóloga Clínica, Psicoanalista en Las Palmas de G. Canaria. Trabaja en la Red de Salud Mental del Servicio Canario de Salud Mental desde 1995. Ha sido Coordinadora del Espacio psicoanalítico de investigación clínica en Canarias, con los auspicios del ICF (2016-2018). Vinculada a la ELP y actividades del ICF de Barcelona, Valencia y Madrid y Sección Clínica de Barcelona.