Análisis 36,  Ángela Argüeso Flórez

Bastidores

Ángela Argüeso[1]

Querría enseñarte algún lugar de mi mundo, pero hay tanta niebla, a veces no sube el telón. Todo son caras conocidas y lugares gastados, otros amores y otra ropa, todo del mismo color.

Probablemente no pueda mostrarte nunca mi mundo, a través de otros ojos todo es distinto ¿cómo podremos encontrarnos? si cada mundo tiene un motor distinto y la palabra es un impedimento para el entendimiento.

Si no salimos ahora puede que no lo hagamos nunca, manteniendo el rumbo hacia una guerra lejana en algún rincón de la mente, desoyendo el sufrimiento y buscando consuelo en la mayoría.

¿Cómo se puede huir de un mundo que es tuyo? ¿a qué acotaciones tenemos que prestar atención? En nuestro propio mundo no es necesario interpretar un papel, aunque el vestuario nos quede bien.

Sin embargo, nos esforzamos en darnos a nosotros mismos buena imagen y alcanzar algunas metas, siguiendo el libreto, llegar a lugares que nos proponemos trazando una ruta propia, sin compartir el mapa y con miedo a que otros no lo entiendan.

En la platea hay millares de mundos distintos y sin embargo se encuentran, se sorprenden observando otros por un momento, aunque cuando baja el telón volvemos a mirarnos el ombligo, por muchos cambios de escenografía y actos que sucedan a nuestra vista.

Lo común nos sostiene, las bambalinas y la posibilidad de encuentro con otros mundos distintos, pero empaquetamos todo lo que tenemos y nos metemos a nosotros mismos en la maleta, esperando llegar a otro mundo sin intentar conocer el nuestro, mezclados en un delirio común.


[1] Ángela Argüello es Psicóloga. Máster en Psicología Sanitaria. Participante en el SCF de CyL. Socia de la sede de Palencia de la ELP.