Análisis 36,  Editoriales

EDITORIAL NÚMERO 36

Todo el mundo está en su mundo es el título de las próximas Jornadas de la ELP.

Este número de Análisis se hace eco de ese momento y de ese asunto que evoca el “todos locos”, y también la singularidad de cada caso, la singularidad de cada apaño para sobrellevar la existencia, de cada invento para sostenerse con el catálogo sintomático al que se aferra cada uno.

Por este número desfilan psicoanalistas, analizantes y gentes de la cultura, dando así lugar al título de esta Revista que nació en mayo de 2000, y que ya lleva con éste, 36 números. Muchos años, o pocos, en que hemos construido un pequeño mundo para la transmisión lenta del psicoanálisis en nuestra tierra, en Castilla y León. También para obligar a los psicoanalistas a salir a la ciudad y abandonar el mundo de sus consultas, y comunicar lo que piensan, lo que opinan, lo que inventan. Los psicoanalistas gustan de inventar, y no de seguir callados el camino trillado por los reglamentos psicopatológicos o los protocolos: “En el fondo, los locos inventan. Y nosotros, también. No sólo por tener algo de locos, como todos, sino porque la clínica es esencialmente una invención permanente”. José María Álvarez, dixit, para finalizar el artículo que da comienzo a este número. Ya había dejado claro anteriormente que “de locos todos tenemos un poco…la locura no es contraria a la razón, sino lo otro de la razón”. Virginia González también traerá algo de ese campo semántico: el exordio de su texto que firma Akira Kurosawa: “En un mundo loco, sólo los locos están cuerdos”. Es lo que nos trae Suso Pol, la verificación de que cada loco se apaña como puede.

De modo que mundo común, imposible, cada uno habita el propio, repleto de estrellas, dioses, temores, modos defensivos para evitar lo que angustia, esperanzas, y memorias deformadas y ocultas.

 A lo largo de la revista el lector podrá navegar entre poemas, relatos, estudios topológicos, presentaciones de libros. Los autores van desde jóvenes principiantes del psicoanálisis hasta poetas laureados como Pujante, Gragera y Gamoneda, y jovencísimas nuevas poetas como Cuena.

Hay un diálogo silencioso con Gamoneda que trae González parea hablar del último libro de Aduriz, y así llegamos a las sorprendentes historias de Gómez, tan bien contadas por el poeta que asoma, o psiquiatras espléndidos, amantes de las letras para decir mejor las cosas de su profesión, como el gran Morchón, ex director del psiquiátrico leonés. Como la directora del psiquiátrico de Orense, marcada por el espíritu inventivo, la inventora permanente, la psicoanalista y psiquiatra gallega, Chus Gómez: “Un hospital psiquiátrico marcado por el amo como de ”rehabilitación”, puede ser un buen lugar para la invención, para pacientes y clínicos; la cuestión pasa por ingeniarse un modo de hacer y de tratar a los que allí viven, a los que llegan, están un tiempo y se van otra vez a circular por el mundo, siempre de modo frágil y precario, por tres razones:  gravedad clínica, pobreza, y precariedad del lazo para sostenerse”.

Anorexia (Chacón desde Toledo), autismo (Leza desde el País Vasco), y juegos de rol (Torres desde Valladolid), las tres al finalizar su tesis final de Máster (de Psicopatología Psicoanalítica de la Uva) nos traen tres asuntos siempre de actualidad para nosotros, de cotidiana escucha. El excelente desenredo de la topología que presenta Rotstein y acompaña Conde, más entre los bastidores de Argüello, el deseo de Llamas, y el inteligente elogio de Do Minh, van discurriendo las hojas del 36, del número que nos enorgullece desde el dibujo de la portada, un número más, y ya van tres, de mano del mejor ‘Peridis’, ese dibujante que escribe en pocos trazos la actualidad de nuestro país cada mañana en la prensa y desde 1976, escritor y dibujante que sabe sacarnos la mejor sonrisa cada día.

Que el suscriptor y el lector de ANÁLISIS, la revista de la ELP en Castilla y León, vea un año más el eco de nuestra pasión por el invento freudiano, y que tal y como señala en el epígrafe final de la Revista el gran colega Pepe Rubio, acerca de la vida de la Escuela, podamos encontrar el buen viento. Porque pese a que cada uno estamos en nuestro mundo, en el decir de Miller, tenemos finalmente nuestro síntoma, y “con esto nos las arreglamos como podemos para entendernos e intentamos caminar juntos”.