En esta ocasión me gustaría tener el placer de reseñar este libro de Enric Berenguer o al menos poder comentar brevemente alguno de sus capítulos.
El autor es licenciado en psicología clínica y miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis además de analista miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP).
Titulado “¿Cómo se construye un caso?”, en NED ediciones año 2018, este seminario destaca por recoger no sólo un gran repaso a las aportaciones teóricas psicoanalíticas desde los tiempos de Freud hasta la actualidad, sino también por traernos de forma clara toda la pragmática clínica para construir correctamente un caso.
Me encanta la idea que nos traslada el autor de que debemos evitar tratar de exponer todo lo que se dice en las sesiones, se trataría más bien de elaborarlo o fabricarlo, es decir, el caso tiene que ser construido.
En la página 195 nos adentramos en los entresijos del Seminario XI de Lacan[1], “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, dónde se acentúa la forma en la que tenemos de pensar y construir los casos clínicos.
Es muy interesante como se desgrana la idea de acercarnos al núcleo traumático del paciente apoyándonos en la idea de Lacan de que tenemos que avanzar siempre con prudencia.
Unas páginas más adelante en la 205 entramos de lleno en la lógica del fantasma para terminar en el capítulo final repasando e indagando la noción de síntoma analítico.
Es a partir de la página 231 dónde el autor, apoyándose en el gran Jacques-Alain Miller, diferencia las prácticas nosológicas actuales de una psicopatología cualquiera, para pasar a pensar en términos de inconsciente y las políticas de identificación de cada sujeto.
Me quedo definitivamente con la posición del autor respecto a seguir trabajando los casos de una manera contrapuesta a la originaria de Freud dado que sus casos se exponían de forma muy extensa en comparación con las viñetas clínicas de Lacan.
Aprendemos en una conversación y eso quizá pasa por saber reducir el material de un caso y eliminar lo superfluo, es decir, un ejercicio de condensación. Por eso me quedo con las nociones de Lacan de que hay algo del orden de un real que no se puede traducir. Se puede tratar de traducir todo a nivel teórico pero lo verdaderamente importante escaparía.
Concluyo citando en la página 61 una frase que puede pasar desapercibida en una primera lectura pero que es una poderosa guía para los que estamos disfrutando con los aprendizajes de Lacan, dice así: “Para Lacan, la teoría acaba siendo más bien una forma de nombrar, de situar unos pocos puntos de opacidad, de situar algo de la estructura, pero también lo que no concuerda, los puntos de falla de esa misma estructura.”
En definitiva, un libro que nos aportará grandes momentos de placer, innumerables horas de estudio y de revisión de nuestras construcciones de casos clínicos, nos ayudará a mejorar en el diálogo con compañeros y enriquecerá discusiones y debates para ir puliendo nuestros puntos ciegos como Analistas.
[1]Lacan, J., El Seminario libro 11: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós, BB.AA., 2008.